Olvidamos lo que aprendemos.
Hermann Ebbinghaus demostró que, en una hora, olvidamos la mitad de lo que acabamos de aprender; y tras seis días, solo recordamos un 10 %.
Revisar los apuntes ayuda, pero existe una forma más poderosa de fijar el aprendizaje: la práctica activa.
Los estudiantes activan su mente, resuelven problemas y desbloquean su potencial de aprendizaje. Este es el futuro de las tareas.